Martin Luther King Jr. dijo: “Ahora nos enfrentamos con el hecho, mis amigos, de que el mañana es hoy. Nos enfrentamos a la gran urgencia del ahora”. Una gran urgencia golpea a Cleofás y su compañero al final del día. Lucas dice: “Se levantaron y regresaron de inmediato a Jerusalén. Allí encontraron a los Once y a los que estaban con ellos, reunidos y diciendo: “¡Es verdad! El Señor ha resucitado y se le ha aparecido a Simón. “(Lucas 24: 33-34).
A lo largo de su viaje de siete millas desde Jerusalén a Emaús, Cleofás y su compañero estaban caminando y hablando sobre los acontecimientos del día. Cuando se encontraron con Jesús, Lucas notó que Cleofás y su amigo se quedaron quietos y deprimidos. No reconocieron a Jesús, y no había sentido de urgencia en sus pasos. Cuando los tres llegaron a Emaús, Jesús parecía ir más lejos. Sin embargo, Lucas destacó que Cleofás y su compañero instaron intensamente a Jesús a quedarse con ellos porque era casi de noche. La puesta de sol en Jerusalén fue alrededor de las 6:15 PM ya que no había horario de verano durante el tiempo de la resurrección de Jesús.
En consecuencia, Jesús se quedó y cenó con Cleofás y su compañero. Lucas destacó que cuando Jesús partió el pan, inmediatamente reconocieron a Jesús, pero él desapareció rápidamente de su vista. En este momento, una gran sensación de urgencia golpeó a Cleofás y su amigo. No importaba que fuera de noche, no importaba que tuvieran un viaje de siete millas de regreso a Jerusalén, y no importaba lo que pensaron anteriormente. Una vez que vieron a Jesús, regresaron de inmediato a Jerusalén; No esperaron a mañana. Una gran sensación de urgencia los enfrentó en el ahora.
El Dr. Neil Anderson, fundador del ministerio libertad en Cristo, señala que menos del 15% de todos los cristianos están completamente libres de la esclavitud de Satanás y constantemente viven una vida llena del Espíritu y dan fruto. Ahora es el momento para que todos los cristianos busquemos el Espíritu de resurrección con un gran sentido de urgencia. En estos tiempos inciertos, debemos caminar por el Espíritu, demostrar el fruto del Espíritu y ser testigos del Señor en todo el mundo.
Oración: Nuestro Padre Celestial, Creador del Cielo y la Tierra crea en nosotros un sentido de gran urgencia por conocerte hoy. Que podamos amarte con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas. Renueva en nosotros tu firme Espíritu para que demostremos amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio.
Amén.